viernes, 27 de enero de 2012

Soledades

Andando solo, por el mismo sendero que antaño, fumandome un Chesterfield para variar, me siento en un banco mientras llueve, no, no me importa que llueva al contrario, esa lluvia es la que me limpia de tantos errores y crimenes cometidos a lo largo de la vida, tranquilamente me dedico a limpiar la cantidad excesiva de informacion  que hay en mi mente pensamientos incoherentes que solo dañan mi autoestima y me nublan los sentidos, no recuerdo haberme sentido así nunca. Es una extraña sensacion de descontrol, de descolocacion, una sumision indescriptible, al ponerme los cascos entrar en cabina y ver la gente saltar y gritar mi nombre desconecto, asciendo a un mundo donde soy inalcanzable , donde la musica y yo nos fundimos en un solo ser hasta alcanzar la mayor perfección que jamas se haya visto, uno, un ser perfecto carente de emocion capaz de hacer que salten mil personas a la vez. Bajo, salgo de la cabina, salgo y miro el cielo estrellado y noto como las estrellas miran con recelo mi omnipotencia bajo los efectos de mi musica, puedo notar la envidia de cuantos me rodean, vuelvo a encenderme otro cigarro y me paro a pensar en cuanto camino llevo recorrido, me da miedo mirar atras pero aun asi me veo obligado a enfrentarme a mi pasado, donde todo estaba controlado al milimetro, ese fue mi fallo, controlarlo todo sin pensar en cuantos errores y daños colaterales he sufrido y he creado a partir de mi empeño en controlarlo, vuelvo al futuro...

Miro el presente y veo que  solo soy la sombra de aquel Tahúr que decían que podía controlar el tiempo, ahora solo soy un pirata que vaga sin rumbo en un mar de tiburones, vagando y dejandome llevar por el viento, dejo que las cosas sucedan por su naturaleza, trato de no influir en ellas, si a guiarlas por el unico camino que conozco con todos sus recovecos, un lugar donde nací, y donde tampoco soy bien recibido, un lugar donde supuestamente no sale nadie que no tenga nada que perder. Tiro lo que queda de mi cigarro y pienso ¿realmente no me queda nada ya que perder? indudablemente me pueden quitar lo unico que no se puede quitar, la música de mi corazón que con cada nota que suena expresa cada una de mis inquietudes de mis sentimientos, hace sonar el aullido de la bestia que llevo encerrando mas de 8 años dentro de mi, en lo mas recóndito de mi ser, alejandolo de cualquier elemento que le de el poder de liberarse de mis cadenas, esas cadenas que con mi propia sangre y sufrimiento tuve que labrar con el acero mas terrible jamas creado, el acero de las lagrimas un acero irrompible, aprueba de las mayores adversidades creadas por el ser humano: la ignorancia, el odio, el miedo, el rechazo, el amor... Mi arma de doble filo, que como me dijo Yao Shen Leh: Usa este arma de odio y malignidad para realizar actos nobles que engrandezcan tu lado luminoso, canaliza esa energia negativa en perfeccionar esos buenos actos que son los que en realidad te caracterizan, no dejes de luchar contra la bestia dia tras dia y demuéstrale quien domina su cuerpo.

Tenia razon, tantos kilometros recorri para pasar tanta hambre y tanta tortura psicologica para no aprender nada de nada? Me prometi que todo lo que pase seria para cambiar eso de mi, para dejar de ser ese Tahúr maligno, y ahora me dejo llevar otra vez por ese espiritu desolado por una contradiccion, una lucha, un conflicto mental? Me niego rotundamente....

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