viernes, 25 de julio de 2014

Diario de a bordo.

26 de Julio del 2014.

Hoy no he sabido quien era, ni siquiera quien fui, ha sido un día duro, sin el buenos dias de cada día, y sin el "¿como estas?" de cada tarde.

Entre otras cosas porque esto está vacío, no hay nadie al timón dando ordenes, ni nadie en cubierta quejándose de mi mal humor diario. Es extraño pero la tripulación sigue como antes, perdida, con la mirada perdida, sin nada que les llene.

Antes veía esfumarse a Odio aterrorizado ante las presencia del Amor, Preocupación dejaba de preocuparse al estar Paz, Nostalgia buscaba a Sueños con anhelo...

Sigo ardiendo... pero ya este fuego no quema a nadie salvo a mi, me devora por dentro, como las ganas de ti, ya no soy fuego, solo soy ceniza consumiéndose, buscando la ultima calada de tu cigarro, desvaneciéndose buscando el soplo de tu viento, no he parado de llorar, y no se nota, lo sé, pero cada lagrima que brota en mis ojos se evapora, sube al cielo se larga de mi. No entiendo estos dilemas de mi cabeza, que si si, que si no... no quiero entenderlos. Se el numero exacto de lagrimas que han caido por tus ojos, los he oido caer como campanadas, y han pesado en mi corazón cada una de ellas. Ese corazón te lo entregué en un cofre en su día, pero aun en la lejanía me trasmite ese sin vivir que tienes, esa sonrisa que esconde una herida que mi más envenenada espada abrió. He buscado ese veneno, he bebido de él para sentir ese dolor y no lo he encontrado.

Muchas son las cosas que necesitamos de ti en este barco Segunda de a bordo, nadie rechaza mis ordenes, este sigue siendo el mismo Barco Fantasma en el que te embarcaste, solo que ahora este maldito capitán tiene una razón de ser, y está en ti.

He oido cada llanto, sin oirlo realmente, he sentido cada puñalada, sin que lo hicieses tu ni indirectamente, me ha dolido tanto como a ti todo. He sido un mal capitán y lo admito, no he sabido llevar a ningun puerto este barco. Te encontré sola, perdida vagando por el mar, te recogí en mis brazos y te llevé a mi camarote desorientada, no te fiabas de mi, y rechazabas todo cuanto te ofrecía.

Te di el mando de esta nave, la cual espero que no olvides Destino Incierto, sigue necesitando un capitán y yo ya tengo admitir que hay cosas que hay que saber aceptar y admito, que contigo todo iba mucho mejor, oia cada mañana al despertar el rumor del viento en tus cabellos. Ahora el mismo fuego que una vez me pertenecía, es esclavo de ti, de tu oxigeno en movimiento, necesita arder contigo, rodearte y calmar tus latidos.

He sido Dios, Capitán Pirata, Tahúr, etc... y he renunciado a todos eso títulos que nada me dan. Este barco no tiene sentido alguno, he mandado a casa a toda la tripulación... y ni siquiera me siento mas tranquilo... tengo el peso de dos argollas de acero en mis orejas y es inaudito, ya que los pendientes, como cualquier complemento están ideado para que no los note puestos quien los lleva, pero se que están ahi, y puedo sentir el aire de quien me los entregó, una brisa de paz, que me lleva al estado de sopor que mi alma maldita anhela, el peso de unos pendientes, nada comparables al de mi conciencia al verte marchar.

No he buscado el consuelo en las "Damas liquidas", ni lo necesito, quiero emborracharme de ti, y de nadie más, y eso ninguna botella de ron, me lo puede hacer olvidar y aun menos paliar. Este dolor dentro de mi, me hace cuestionarme muchas cosas, entre ellas si cuando obré bien, al menos lo hice al cien por cien.

Y no, mi querida Segunda de a bordo, aun puedo dar mas, incluso en aquellos buenos ratos a bordo los dos juntos en esta misteriosa travesía. Estoy dispuesto a renunciar a mucho, voy a ser egoísta si, pero lo justo y necesario para poder prometerte algo de verdad, quiero quitarme los anillos, pendientes, pulseras y collares para ti, para estar las 24 horas del día desnudo a ti, de forma que puedas vislumbrar hasta la parte más oculta y oscura de mi, para que puedas discernir con claridad, para evitar el sentimiento de engaño, para tu gusto y placer.

Gustosamente asumo el castigo que ni siquiera se, que Dios me ha mandado, imploro de rodillas, en calidad de esclavo de tu amor, cualquier tipo de condena, pero hago uso de mi eternidad, para aclararte de que nunca pararé en esta búsqueda de ti, esta penitencia que yo mismo me he aplicado solo tiene como razón de ser, el tu, tu, todo lo que tu englobas, estoy maldito y en pocos días si estás aquí se podrá romper el hechizo que nubla hasta el mas bello de mis sentimientos hacia ti, se acerca ese día y temo no estar alli contigo para ver como tus labios sellan el conjuro que acaben con esta maldición que lleva años viviendo en mí.

¿A que dios rezarle? A ninguno, espero y tengo fe en aquello que vi en tus ojos el primer día que de verdad te mire a los ojos, ese día que te postrabas ante mi en mi propio lecho, no puedo perdonarme el haber roto cada Sueño, cada momento de Amor, cada suspiro de Paz. No entiendo porque lo hice, no se como pude traicionarme a mi mismo, como pude traicionar un pacto que hicimos sellándolo con nuestros propios corazones. ¿Que decirle a la persona a la que amas cuando tu mismo la dañas? Que alguien me lo diga, imploro el perdón, el amor que yo mismo destruí, le imploro a quien fuese quien me dio alguna vez, el poder de hacerme sentir un dios, que me lo devuelva ese poder, necesito esa auto confianza y ese poder de voluntad sumados al que ahora tengo, para poder llevar acabo mi cometido, un ritual diario, en el cual pueda desnudar mi alma, frente a la tuya, para que cada nube de oscuridad que yo mismo haya creado en tu mente, se disipe.

Paola Gil Pizarro, Segunda de a bordo del navío Destino Incierto, quiero rebautizar contigo este barco pirata y convertirlo en un crucero de en sueño, un barco llamado "Un Futuro Mejor". Por el poder que alguna vez tuve, yo te quiero nombrar la nueva capitana de este nuevo buque, y así como tal, darte las satisfacciones y lujos que mereces como tal.

Te amo.


Diario de a bordo de un ex alcohólico pirata disfrazado de dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario