Nacimos de un sueño, y morimos con muchos de ellos, no hay nada mas bello que soñar, todo ser humano en su niñez tuvo el mas simple, y el mas complejo de los sueños dentro de él.
Los sueños son metas, u objetivos, que todos nos imponemos, anteponer nuestros sueños es vital para realizarnos, y aunque a veces duela, debemos ser un poco egoístas, sin algo que nos haga sentir vivos, no somos nada.
Los sueños alimentan la mayor parte de nuestro ser, aportándole al cuerpo y a la mente la dosis de energía que necesita, para seguir persistiendo en él.
La mente hace cosas increíbles, y los sueños, es una gran prueba de ello, podemos llegar a hacer cosas que jamás pensaríamos que haríamos, con tal de conseguir hacer realidad un sueño, y solo cuando ya lo hemos conseguido, nos damos cuenta de que mereció la pena sufrir luchando por ello. No es facil el camino de los sueños, pero puedo afirmar que es el mas satisfactorio; también el mas arriesgado, pero como dice el dicho: "quien no arriesga, no gana".
No todos nuestros sueños tienen porque ser buenos, y no porque lo sean o no, debemos dejarlos de lado, tenemos que saber elegir que camino tomar en cada momento, porque las oportunidades pasan, como los sueño y cuando te quieres dar cuenta ya no estas por la labor de perseguir nada.
No olvidemos que, una vez cumplimos alguno de nuestros sueño, este no se queda en el olvido, sino que perdura en nuestra mente a modo de trofeo, como un emblema de lo que sucedió, por seguir un sueño.
No dejéis de soñar.
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