domingo, 3 de agosto de 2014

Sin aire.

Empiezo a notar el vacío llenándome el estómago, apretándome el nudo que tengo dentro de él. No puedo respirar, me quedan pocos recursos, y aun así voy a llegar al final, no se como lo conseguiré pero es mejor morir intentándolo que estar de brazos cruzados contemplando impotente como se desmorona todo lo que trabajé.

Esta situación es crítica para mí, todo un mundo de posibilidades abierto ante mi, y de nuevo vuelvo a estar en el inicio de la partida, solo, sin aliados, sin apoyo, o al menos sin el apoyo con el que realmente contaba. Ahora que todo parecía comenzar de cero con buen pie, nada, vuelta a empezar, desmoronar lo construido, y volver a tirar las tapias de un corazón helado, apenas tengo calor para mi, pero espero que el aire vuelva, y renueve mi fuego, no se por donde empezar, pero voy a tomar medidas al respecto. Aun no se de que tipo, ni como, pero lo haré, debo seguir adelante.

Ya he dicho muchas veces lo de se acabó dejar las oportunidades pasar, y esta no va a ser una de ellas, esta será la primera que agarre y no piense soltar. Todos los días me despierto con un propósito, el propósito de amarte, y como fin amarte también y se que no basta, no es suficiente. Me tiro horas meditando en mi cuarto, delante del ordenador escribiendo cuando estoy inspirado (inusitadamente todos los días), buscando una forma rápida de hacer cumplir lo poco que te prometí que no es poco, pero si una gran meta.

No paro de buscar una forma de ablandar tu corazón y de romper tu gélido silencio, empiezo a notar que la escarcha cubre mi piel, y eso me asusta bastante, aunque no lo suficiente, voy a seguir avanzando hasta el frío eterno, donde mi fuego se extinga y muera, ya renacerá pero ahora quiero que se apague ante ti, como muestra de mi loco amor, ese que me lleva al dolor fatal del alma. Siento el aliento del alcohol en mi mente, buscando mi boca, se la he quitado mil veces, y otras miles y miles de veces que lo haré, he recorrido un largo camino, como para que me pidan que tire la toalla, nada se hace en vano. Hasta la torre mas alta cayó ante la fuerza de voluntad del hombre. Y si en lo mas profundo de mi esta lleno de oscuridad, haré que brille e ilumine tu vida como merece.

Me falta el aire, pero no las ganas de seguir viviendo, lo que si me falta eres tu para poder seguir sonriendo. Me falta tu caminar, tus gestos, tus modales, tu voz, tu mirar, me falta todo de ti, y al mismo tiempo no puedo pedir más.

Es un lento respirar, el palpito del corazón que se reduce, la sangre agolpándose en mi cabeza, no me llegan ideas, no doy una, soy incapaz de atinar, tiemblo de un frío inhumano, impropio de mi. Miles de porqués me rondan la cabeza, todos y cada uno de ellos sin respuesta... ahora mismo lo que más deseo en este mundo es paz, paz espiritual, necesito tu calma dentro de mi.

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