Las broncas sin sentido, los piques, los pequeños celos, las miradas llenas de significado, el vacío tras una despedida, el dolor de una distancia salvada a duras penas. Hay personas que, aunque no se consideran lo bastante preparadas para el amor, entran en él, se dejan ahogar en ese dolor ese sufrimiento sano, esa sensación de bienestar que te llena por dentro y te cura hasta las heridas mas mortales.
Cada suspiro, cada beso, es una bocanada de aire fresco que rodea nuestra vida en esos momentos tan íntimos que da igual donde los vivas y rodeados con quien, simplemente es un momento en el que las almas de dos personas se entrelazan para hacer un solo ser, completo.
Es cierto que el amor no es un camino de rosas, hay sacrificios, constantemente, es un trabajo diario más en nuestras vidas, amor no es un hecho que se demuestre a veces si, a veces no, es una forma de expresión que no cede nunca ante los problemas, hay días malos, días buenos, y días de "bah", el que está condenado a amar, ama en cualquiera de esos tres días, perdona lo que jamás estuvo dispuesto a perdonar, y es capaz de sentir la puñalada de la ira incontrolable con tal de despertar el lado mas tierno de quien le apuñala.
No es un camino de rosas, pero el resultado es la floración de la misma, un momento, un instante de perfección donde todos los pétalos se abren con la intención de mostrar el lugar mas recóndito y bello de nuestro ser. Hay problemas grandes y pequeños, lo importante es saber que es lo más importante.
Si prometes, cumple, si actúas, piensa, si aceptas, asume. Son reglas básicas, y a veces uno se deja llevar por la emoción del momento y se las acaba saltando y es entonces, cuando llegan las consecuencias. El amor es un huerto, y el clima no depende de nosotros, pero si riegas con amor, constancia y paciencia ese huerto, saldrá lo mejor de él con tiempo, el amor se basa en la paciencia, y a veces hace falta unos nervios de acero para aguantar lo que el clima quiera echar sobre nuestro huerto. Posiblemente haya sequía y el resultado no será el mismo, pero si te preocupas de darle todo el amor (agua) que necesita, quizás pueda seguir adelante. Probablemente vengan fuertes vientos, pero si lo escudas con tu propio cuerpo, posiblemente esas plantas puedan crecer tras de ti sin miedo. Puede ser que caigan fuertes diluvios, pero ahi estarás para extender un toldo sobre el que caiga el agua sin dañar tu cultivo.
Hay miles de acciones para hacer que algo funcione, como ves hay mil formas de ponerlo en práctica y no es fácil, aunque pueda parecerlo, hace falta mucha voluntad, y un amor tan fuerte que te ate a esa persona de manera irremediable, debes estar preparado para todo, a sacrificar cualquier cosa, a moldear tu vida de manera que esa persona encaje en tu cama a la perfección.
A veces los que padecen de amor, son conocidos como derrotados, porque no podemos ganar siempre, pero el resultado de verdad, es una gran victoria, porque si alguien lucha por algo, es que realmente merece la pena. Yo soy uno de esos derrotados, y lo demuestro cada día, no tengo que mostrarle nada a nadie, ni explicar el porqué, mis hechos hablan solos por si mismos, y no tengo de porqué preocuparme, solo una vez necesité escuchar tu primer te quiero, tan sincero y tierno, para saber, que me equivocaría, que te llegaría a enfadar, que la cagaría, pero que te amaba de verdad, como para poder paliar todos mis errores, de exprimir la mala vida hasta que no quedase ni gota, de tapar de algún modo mis defectos, con mis dos o tres virtudes, a ti que tan callada y fría me contemplas, deja que mis letras te recuerden el calor que soy capaz de darte sin querer nunca dañarte.
Deja que el frío se evapore, y que mi fuego se apague, para volar juntos en el viento, en forma de humo, incontrolables, etéreos y libres y locos de amor.
Ese es el inmenso placer de morirse de amor.
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