Desastre.

Natural, como tal desastre, así me postro ante vos.
Me siento desnudo ante tu alma desnuda, noto como mi fuego se consume con sumo gusto.
Percibo tu aroma tan cerca que quedo totalmente desarmado ante algo tan sobrenatural como un desastre.

No se si lo que oigo son mis latidos o los tuyos, estoy harto, no se si estallar, o rendirme ante esto, tan complicada es la situación y tantas son las infinitas soluciones ante esto, que no se tiene suficiente capacidad de decisión ni en las más bravas de las personas.

Que si tu, que si yo, que si todos, ¿de que garantía hablamos si se tratan de sentimientos? ¿Acaso alguno lo sabe? Quien sabe, y si lo sabe alguien, que venga y me lo explique.

Cuantas son las cosas que llenan mi alma cual torrente de agua fresca, cuantos son los besos que necesito para abrir los ojos del corazón y cuantos serán los daños colaterales que reciba. ¿Acaso me importa o alguien lo sabe?

Soy incapaz de comprender lo que mi cuerpo y lo que mi mente piden, me he rendido ante la ceguera por ti, he realizado mi tirada, quizás la última, o quizás la primera de una larga partida.

-Bebo un poco, para paliar este torrente de sensaciones que soy incapaz de controlar ni  dentro de mi papel de Dios- S.D.C

Sigo sin ver, sigo ciego, espero que seas capaz de guiarme en la oscuridad que yo mismo he creado.