Comenzamos de nuevo en la ciudad del crimen, la injusticia, la hipocresía, y las etiquetas.
Nada ha cambiado en este lugar, ni 12 horas necesito para comprobar que este sitio vive anclado al margen del tiempo, fiel a ideas y formas de pensar primitivas, propias de la lógica de un niño de dos años.
Me he llevado mucho tiempo odiando este lugar, pero al menos vengo renovado de ideas, con nuevas perspectivas y formas de tomar las riendas de mi vida. Ya al menos no me vengo abajo, ahora me siento como un rey sin corona, la cual no quiero, la cual rechazo. Nada de lo que pasa a mi alrededor me incumbe, he tomado una clara posición en mi vida, un lugar clave para la evolución, ventajas, ya solo veo ventajas en mis formas de actuar.
¿Este verano promete? No lo sé, lo que si se, es que a la larga, todo cultivo obtiene sus frutos, y he invertido en mi vida, y poco a poco estoy obteniendo frutas deliciosas; la paz que ansío, el anonimato total, desentenderme de todo, y sobretodo el desvinculamiento total con cualquier persona que no me aporte nada.
Es duro este cultivo, es un trabajo de todos los días, y no es fácil, y menos cuando en tu propia casa no paran de tratar de impedir esos cambios. Energías que estoy cogiendo cada día, para obtener estos cambios que tanto necesitaba, como las disfruto, son para mí el mejor mejunje que pueda tener.
Paz... esto era justo lo que necesitaba, paz y armonía dentro de mi.
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