lunes, 7 de julio de 2014

Arriba y abajo.

Y es que unos dias, puedes controlar el Olimpo, y otros te puedes dar de lleno contra el barro. A veces hay que recapacitar sobre lo que nos ocurre, y sobre el presente hay mucho que pensar, vivimos rodeados de armas y escudos, unos optan por la armas, y hacerse un lugar con la fuerza, otros optan por el escudo, y se resguardan de aquellos que usan la espada, y en lo mas hondo viven, hay tambien otro tipo de personas, nacidas para sobrevivir, que usan la espada y el escudo a la vez, esas personas, desollan a quienes les retienen y oprimen al que no cede.

El problema, no son ninguna de esas tres personas, sino las opciones que les damos, cada uno de nosotros, es un escudo o una espada, y eso lo dictamina nuestra manera de actuar.

El camino de la vida no es fácil. No solo se derrama sangre ajena, a veces contemplaremos la nuestra propia caer, y debemos ir con la cabeza bien alta, al tanto de nuestros errores, rectificando sabiamente y constantemente, un error no debe ser fatal, si se aprende de el un error debe ser un regalo, para todo el que lo comete. Es un juego, un azar, un tirar de dados, pero nuestras decisiones nos condicionan a una fortuna u otra. Y hay que estar preparados, para dejar de lado a veces la espada, y a veces el escudo, porque tambien es posible, luchar con las manos, como tambien usar la cabeza, y obtener aliados, los numeros no ganan guerras, pero dos cabezas piensan mas que una. Es importante saber cuando debemos dejar ir los recuerdos, como tambien las personas, y aliados, la vida no es un contrato fijo, ni tampoco vivimos atados a nada, salvo que así lo queramos.

Es un don el vivir, y cada cual escoge cómo. Es una gracia por ver el devenir de algunos, y seguir apostando por ello, en el juego está la gracia de la vida, el azar del disfrute, el amor de lo insensato.

Vivimos una desgracia, una condena, y debemos asumir los riesgos, bien sea de disfrutarla o de desaprovecharla.

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