miércoles, 10 de septiembre de 2014

Tan lejos

Quinientas pesadillas, una vieja cicatriz que parte en dos mis pelotas, tan lejos como el día que vuelva la luz a mi, tres abortos de sentimientos que jamás quise.

Lleno de cicatrices en mi espalda en los que pone a pelo, mil y una noches taladrando mi cerebro, mil dos dias olfateando tu celo, y aqui sigo, rayandome a hierro.

No he podido seguir el camino que tu me marcaste, en el momento de tu marcha la oscuridad volvió a buscarme, ella me acogió en su seno y volvio a cuidarme. ¿Donde estabas? No paro de preguntarme...

He vendido mi cuerpo a Satanás, a cambio de volver a ser dios, y aqui estoy, omnipotente e inalcanzable. Destruyendo, a quien quiera daňarme. He vendido pedazos de sentimientos a cambio de un puňado de recuerdos, en los que apareces tu, en todos mis sueňos.

He amado y he querido, y he sido rematado, vivo araňando el miedo, consumido por mi fuego, con el aullido del viento.

Estoy cansado de no mirar atrás, por mas que trato de volar, he optado por andar, mis alas estan rotas, como mis metas, ahora todo lo que yo tengo, lo rompo o lo quemo. No puedo mas, lo se, es todo un hecho, jamás me odie a mi mismo, como lo hago hoy, dentro una hora lo olvido, y con las mismas me voy, a fumarme tu vacio y tu puto adiós.

Palabras que son mentira, promesos y juramentos, que se convierten en lamentos. Yo no buscaba esto, sin embargo lo encontré, y he vuelto a mi jodido barco maldito, con el proposito de escapar, de huir lejos y quizas, solo quizas, dejar que el tiempo, vuelva a cicatrizarme las heridas, del puto amor que siento.

Te he amado, y aun con las pelotas partidas, no me arrepiento.

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